Entrevista a Zineb: Mi embarazo con Nurilia

Tuvimos el placer de presentarles a Zineb, quien nos cuenta su tedioso camino hasta su embarazo. Entre la difícil intervención médica y la falsa esperanza, el camino fue duro. Hoy, ella y su esposo esperan su primer hijo y han acordado compartir su historia con Nurilia. Le agradecemos su inspirador testimonio.

¿Puedes presentarte rápidamente?

“Hola, mi nombre es Zineb, tengo 36 años. Mi esposo y yo hemos estado casados ​​por 2 años. Hemos estado tratando de tener un bebé desde entonces, y actualmente tengo 9 semanas de embarazo”.

Durante dos años de prueba, debe haber encontrado muchos problemas. ¿Puede decirnos al respecto?

“Tengo síndrome de ovario micropoliquístico (o SOP) entonces, es cierto que quedar embarazada ha sido un largo camino. Sufrimos varias intervenciones médicas. Primero hice dos intentos de FIV (fecundación in vitro), que desafortunadamente terminó en un fracaso. Decidimos probar el método de inseminación artificial. Fue el segundo intento que resultó ser un éxito”.

¿Durante este difícil camino, descubriste el laboratorio de Nurilia y utilizaste nuestros productos?

"Absolutamente !

Descubrí los productos de Nurilia hace aproximadamente un año y medio a través de mi ginecólogo que me los recomendó encarecidamente. 

He usado varios suplementos dietéticos. Primero, tomé Peceox® durante la fase de estimulación ovárica, para aliviar mi SOP. Durante las fases que siguieron, me volví principalmente hacia Procrélia® Mujer et tetrafólico®. Finalmente, durante el lanzamiento del protocolo de inseminación, completé mi tratamiento con Actifolic®.

Mi cónyuge también usa suplementos de Nurilia con Vigueural®, pero principalmente Procrelia® Hombre.

Hoy sigo mi tratamiento con Tetrafolic® y Actifolic®. "

Si tuvieras que dar un consejo que te hubiera gustado recibir antes de esta larga aventura, ¿cuál sería?

“Creo que lo principal es evitar pensar demasiado en ello. Cada mujer tiene patologías diferentes pero hay que despejarse la cabeza y no obsesionarse demasiado con tener un hijo. Por ejemplo, para esta última inseminación, me costó mucho creerlo. Era, para mí, una solución intermedia y le daba pocas esperanzas.

Acabábamos de salir del fracaso de la FIV, que nos desmoralizó mucho. El tratamiento hormonal y los actos médicos físicamente pesados, como los pinchazos, también pueden afectar la moral. Por lo tanto, recomendaría no centrarse demasiado en las revisiones o si funciona o no. Tenemos que pensar en otra cosa y seguir con la esperanza”.

Deseamos a Zineb, a su esposo y a su futuro hijo nuestros mejores deseos de felicidad. 

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